Decenas de estudiantes que realizaron una protesta en la Universidad Brown fueron detenidos, y una sentada de una semana en la Universidad Haverford concluyó el miércoles bajo amenaza de medidas disciplinarias, en momentos en que los campus universitarios de todo Estados Unidos siguen agitados debido a las tensiones en torno a la guerra entre Israel y Hamás.
El departamento de policía de Brown acusó a 41 estudiantes de invasión de propiedad privada luego de que se negaron a abandonar el edificio administrativo de la universidad después del horario laboral del lunes, según funcionarios de la escuela de la Ivy League ubicada en Providence, Rhode Island.
Horas antes, los manifestantes se habían reunido con la presidenta de Brown, Christina H. Paxson, y exigieron que la universidad retire “su donación de la ocupación militar israelí”, informó la escuela en un comunicado sobre los arrestos. A los estudiantes se les fotografió y tomó huellas dactilares en el edificio administrativo, y posteriormente fueron liberados la noche del lunes. Otros alumnos los esperaron afuera para ovacionarlos.
Fue la segunda ronda de arrestos en Brown en poco más de un mes mientras los administradores universitarios de todo el país tratan de conciliar el derecho de los estudiantes a manifestarse con el imperativo de mantener el orden.
Veinte estudiantes que protestaban contra la invasión israelí de Gaza fueron detenidos por invasión de propiedad el 8 de noviembre, aunque Brown retiró los cargos el 27 de noviembre, dos días después de que un estudiante palestino de Brown, Hisham Awartani, y otros dos universitarios palestinos fueron baleados en Burlington, Vermont.
Brown dijo el miércoles que, si bien la protesta es “un medio de expresión necesario y aceptable en el campus”, los estudiantes no pueden “interferir con las funciones normales de la universidad”. La escuela advirtió que habría consecuencias aún más graves si los estudiantes no respetan las restricciones sobre el tiempo, el lugar y la forma de las protestas.
“La perturbación de edificios seguros no es aceptable, y la universidad está dispuesta a aumentar el nivel de los cargos penales por incidentes futuros de estudiantes que ocupen edificios seguros”, señaló Brown.
En Haverford, a las afueras de Filadelfia, los estudiantes activistas iniciaron una sentada el 6 de diciembre y ocuparon la Sala Founders, la cual alberga oficinas administrativas. Exigen que la presidenta de la universidad, Wendy Raymond, pida públicamente un cese del fuego en Gaza, que Israel invadió tras el ataque del 7 de octubre a manos de milicianos de Hamás.
Cientos de estudiantes participaron durante la última semana, llevando alimentos e instalando espacios de estudio. Incluso los profesores se presentaron a impartir clases, según los estudiantes que organizaron la protesta.
La universidad señaló que los manifestantes estaban obstaculizando las actividades de sus compañeros, miembros del personal y docentes, e informaron el martes a los organizadores de la sentada que “deben poner fin a las acciones que obstruyen el aprendizaje de los estudiantes y las operaciones de la universidad, entre las que se incluye la sentada dentro de la Sala Founders”, dijeron Raymond y el decano de la universidad en un mensaje dirigido al campus el miércoles por la mañana.
Los estudiantes que estaban a cargo de la organización comentaron a The Associated Press que directivos universitarios amenazaron con llevar a los manifestantes ante un panel disciplinario si no abandonaban el inmueble. Alrededor de 50 estudiantes desafiaron la advertencia y pasaron la noche en el edificio. El miércoles por la mañana, los manifestantes realizaron un último mitin, entregaron cartas a Raymond y se dispersaron.